Cuando egresamos de nuestras almas mater de estudios, comenzamos una búsqueda incesante por encontrar aquel lugar que nos permitirá desarrollarnos como profesionistas e individuos y que en un mediano o largo plazo nos dará la oportunidad de deleitarnos con las mieles del bienestar laboral, porque tendremos un trabajo estable, un sueldo fijo, prestaciones de ley, la posibilidad de crecimiento y realización.
En esta búsqueda del bienestar laboral solemos realizar ciertos sacrificios o concesiones con la finalidad de obtener otros beneficios en un plazo menor. Y es así como cambiamos seguridad social por seguridad monetaria, un mayor ingreso por menores horas de descanso. Y sin darnos cuenta, estamos inmersos en una dinámica que no nos brinda “bien-estar” bajo ningún sentido.
Al referirnos a bienestar, es importante conectarnos nuevamente con el concepto y su totalidad, tomando en cuenta que es un estado relacionado con el goce de salud física, mental, emocional y espiritual. Tomando esto en cuenta, podremos redirigir nuestras decisiones hacia ese bienestar y sobre todo en el ámbito laboral, que es donde pasamos gran parte de nuestro día y de donde emergen gran parte de nuestros satisfactores.
Un buen inicio para tener salud física, mental y emocional es la felicidad. La cual en teoría debería ser el resultado del bienestar laboral que vivimos día con día. Pero ¿Cómo podemos obtener felicidad si hemos hecho diversas concesiones a lo largo del camino? Hay una herramienta que está a tu alcance todos los días, sólo debes estar claro del poder que tiene, para animarte a ocuparla. Se llama “risa”.
Algunos de los poderes y beneficios de la risa son:
- La risa genera salud. Está comprobado científicamente que gran número de enfermedades actuales son producto de un grado de estrés o tristeza y que emergen de nuestra mente es decir, tienen un origen psicosomático. ¿Cómo puedes contrarrestar estos efectos? Con risa, ya que ofrece grandes beneficios como el fortalecimiento del sistema inmune, fortalecimiento de músculos, quema de calorías, entre otros. Además de funcionar como un sistema de desahogo de estrés cuando reímos a carcajadas.
- La risa abre la puerta a las emociones. Muchos de nosotros reprimimos estados de emoción que al final se convierten en algún tipo de enfermedad. ¿Qué pasa si hacemos una acción inversa? La risa se convierte en una vía que facilita la expresión de emociones. ¿Qué tal un par de sonrisas antes de soltar la emoción reprimida?
- La risa permite conectarse con los demás. ¿Con quién sientes una mayor empatía y conexión, con la persona que ni siquiera contesta tu saludo de buenos días o con aquella que llega a la oficina sonriendo y tarareando una canción? La sonrisa es nuestro mejor accesorio.
Realiza un ejercicio todas las mañanas antes de cualquier otra cosa. Mírate al espejo y antes de que comiences a ver las ojeras, arrugas, canas y demás cosas que críticas a diario, práctica tu mejor sonrisa, forma ese arco de oreja a oreja, y si es necesario, suelta una risilla (el cuerpo no distingue el efecto entre una risa natural y una risa producida a manera de ejercicio). Esto te permitirá tener un mejor estado de ánimo, y con ese mismo estado iniciaras labores y comenzarás a tomar decisiones que favorezcan tu bienestar. ¡Éxito!