¿Qué tan común es el sentido común?. De niña, me encantaba escuchar a los adultos hablar del sentido común; por lo regular refiriéndose a tal o cual acción de un tercero. A decir verdad, me sorprendía como estos adultos siendo ADULTOS (que en mi mapa mental de niña los adultos tenían todas las respuestas) podían obviar algo tan sensato como el sentido común.
Como toda niña a lo largo de mi crecimiento fui enriqueciendo mi propio y singular significado de sentido común el cual use para justificar bastantes argumentos de adolescente con la frase “es obvio”. Y con una buena dosis de obvios y sentido común me convertí en una consultora que seguramente es criticada en varias ocasiones por mi falta de (estas en lo correcto) sentido común.
Y es que en realidad ¿qué es el sentido común? y ¿por qué nos parece tan obvio?. En un intento de insertar una referencia (que es lo que dicta mi sentido común cuando pienso en una definición) tecleé en google “sentido común” y en .04 segundos arrojo 5,860,000 resultados. Entre la definición de Wikipedia, el wiki how de 8 pasos para desarrollarlo, varios documentos de pdf y 823,000 libros decidí olvidarme de la definición y en contra de “mi sentido común” continuar escribiendo y respetar tu propia definición (si, la tuya, tu que estas leyendo).
Toda estas ideas acerca del sentido común es porque en varias ocasiones, he encontrado que este “sentido común” como sí mismo o con su alias lo “obvio” desempeña un rol de saboteador en los equipos de trabajo. Aparte de saboteador, también he descubierto que el “sentido común” es este “culpable” que a los jefes (jefes, no líderes) les gusta encontrar cuando los resultados negativos se hacen evidentes. Este culpable es tan hábil que muchas (si no es que todas) las ocasiones acaba escabulléndose y a alguien mas (por lo regular un adulto hecho y derecho) se le asigna esta tan temida etiqueta de culpable.
¿Cómo es que el sentido común, si es tan común, obvio y me atrevería a decir que bien intencionado acaba por dañar a los equipos de trabajo?. La respuesta es que cuando hacemos uso del sentido común, tendemos a omitir información (que es obvia), a asumir que la otra persona (como es asunto de sentido común) piensa, posee el mismo conocimiento, ve el mundo y es capaz de tomar decisiones igual que yo. Y en este confiarnos de lo “obvio”, damos un salto de abstracción y le concedemos a nuestros colegas poderes adivinatorio.
Si, leíste bien: PODERES ADIVINATORIOS. ¿No te queda claro?, pondré algunos ejemplos:
- Cuando tu como líder de un exitoso grupo de trabajo le dices a Sofía que le mandaste un mail urgente y esperas que (como dicta el sentido común) en ese momento saque su smarthphone y lo revise, pero Sofía (como lo dicta su sentido común) tranquilamente continúa desayunando pensando que si fuera algo realmente urgente se lo hubieras dicho en persona y que si le mandaste esto urgente por mail “obvio” esperas la respuesta por el mismo medio.
- Entonces tu, indignada ante la actitud por demás pasiva de Sofía decides, en la junta de inicio de semana, invitar a tu equipo a “ponerse las pilas ” y realmente comprometerse con el equipo ya que últimamente has notado algunas “malas” actitudes (obvio Sofía).
- Pero Sergio, que últimamente ha estado investigando y pagando capacitación por su cuenta para “poner toda su energía” (tus palabras) en el proyecto de Tampico se siente realmente ofendido porque “obvio” no valoras su trabajo y si lo que hace no es “ponerse las pilas” no sabe que mas hacer.
- Luego… pararé aquí pero creo que has entendido el punto.
Y es que entre nuestro sentido común y una que otra frase dominguera que agarramos de los seminarios de capacitación se nos olvida que (como diría mi abuela, aunque por ahí he visto que alguien lo ha dicho antes) el sentido común es el menos común de los sentidos y necesitamos ser específicos en nuestra comunicación. ¿Cómo empezar?. Te propongo algo muy sencillo: ASUME EL RESULTADO DE TU COMUNICACIÓN, es decir, en lugar de quejarte porque la gente no te entiende pregúntate ¿Qué puedo hacer diferente para que me entiendan?.
Para que:
- El mail urgente se traduzca en – Te mande un mal urgente, te pido lo revises y me des respuesta hoy antes de las 5- y verás que Sofía encantada se hace cargo de lo urgente y hasta te marca para confirmarte si recibiste la respuesta (excelente actitud).
- El “pon toda tu energía” es – El cliente de Tampico nos ha estado retrasando pagos así que te pido que antes de fin de mes hagas la entrega del proyecto para poder meter la factura con fecha de octubre. (Y Sergio, deja de capacitarse en marketing digital y se enfoca en el papeleo de entrega).
- Y tú, puedes felicitar a tu equipo por los logros obtenidos en lugar de ir aventando piedras o esperando a que a alguien le quede el saco.
Así que, una pequeña diferencia puede tener un gran resultado, se específico en tu comunicación, pregunta a tu interlocutor que entendió, parafrasea las peticiones de tus colegas, atrévete a hacer preguntas cómo ¿qué es urgente?, ¿a que te refieres con comprometido?, ¿qué es para ti un desempeño sobresaliente?. Saca el “es obvio” de tu vocabulario y solo por si las dudas asegúrate de que tu sentido común y el de tu equipo estén alineados.